La Paloma

La magia de este balneario, el más antiguo del departamento, es muy difícil de explicar: basta adentrarse en sus callecitas, ver las casas veraniegas de época y acercarse al faro, o a cualquiera de las playas encantadas del balneario que sirve de marco ideal para las vacaciones entre amigos o en familia. Acérquese a conocer las playas, los palmares y las delicias culinarias de este balneario costero del Uruguay.

Información

80 son los kilómetros de costa atlántica de los que se puede disfrutar en el balneario La Paloma, que divide sus playas entre Brava y Mansa y cuenta con espacio para todo los gustos: sea para disfrutar de deportes acuáticos, practicar surf, jugar en las olas o simplemente tomar sol. La mayoría de las playas cuentan con barcitos sobre la arena para tomar el trago más típico de las playas esteñas: la caipirinha o la cerveza bien helada.

Además, La Paloma cuenta con un centro en el cual el turista puede encontrar una feria artesanal con recuerdos típicos del departamento, como es el licor de butiá. También se puede en esta calle principal degustar un tradicional helado del balneario o comer en alguno de los restaurantes que ofrece comidas típicas de la costa uruguaya.

El faro de La Paloma es una de las atracciones principales de la zona. Desde allí se puede apreciar una hermosa vista del balneario y del océano. La playa en la que se encuentra el faro es ideal para disfrutar en familia debido a la tranquilidad de sus olas. Se trata de una playa rocosa, marco espectacular para quienes gusten de tomar fotografías.

La vida nocturna del balneario es muy buena, en especial durante el mes de enero, cuando miles de turistas internos y externos llegan para disfrutar de las playas y la noche. Son varias las discotecas que se instalan sobre la costa. ¿Lo diferente? Los bailes comienzan recién sobre las 4 de la mañana y duran casi hasta el mediodía, cuando los trasnochados se acercan a las costas y, sin mediar sueño, disfrutan de las playas, muchos eligiendo dormir en las cálidas arenas.