A solo una hora de la ciudad, este pueblito ofrece tranquilidad, naturaleza y una pulpería con historia.

Ubicada en el partido de Chascomús, esta pequeña localidad combina la paz del campo con postales naturales únicas. Con sus dos lagunas como protagonistas, ofrece planes simples y relajados: pesca, caminatas tranquilas, un buen pícnic al sol o disfrutar de la vista. Todo esto con un toque de historia y una pulpería legendaria que es una parada obligada.
Adela: un tesoro escondido en el Sistema de Lagunas Encadenadas
El mayor tesoro de este pueblito es, sin dudas, su conexión con el Sistema de Lagunas Encadenadas, un conjunto de espejos de agua conectados entre sí. La Laguna Adela, la más cercana al corazón del pueblo, es perfecta para quienes buscan un rato de calma. Poco profunda y rodeada de vegetación, es hábitat de muchas especies de aves y de pejerreyes, que atraen a los pescadores.
La otra, la Laguna del Burro, se encuentra justo al costado de la Ruta 2 y está mejor equipada para el turismo: tiene campings, clubes de pesca y opciones para deportes náuticos. Es una buena alternativa para quienes buscan pasar el día cerca del agua con un poco más de movimiento.
Más allá del paisaje, Adela también tiene su encanto en las calles de tierra, las casas bajas y esa sensación de que el tiempo no corre. La vieja estación de tren todavía está en pie, como testigo de otra época. Pero lo que se lleva todas las miradas es su famosa pulpería, un restaurante de campo que conserva el espíritu de los boliches antiguos.
Lunes, 14 de Abril de 2025