En 1860, el asiento de las autoridades provinciales fue trasladado desde Concepción del Uruguay a Paraná, que es desde entonces la capital provincial. Altas barrancas sobre el río que le da nombre imponen al lugar una característica muy especial, conformando un paisaje de singular belleza. A lo largo del río se formó una hermosa avenida costanera y en el extremo barrancoso, el parque Urquiza infunde una impresión de gratísimo registro. ÿLa estatua ecuestre del prócer impone un sello austero al bello paseo. Todo Paraná, con su edificación colonial y la moderna arquitectura florecida en su ámbito, plazas bien delineadas y parques umbrosos y floridos constituyen un verdadero y especial atractivo turístico. ÿOctubre es mes de celebraciones deportivas y culturales, que alcanzan destacados relieves, con la participación masiva de pobladores, autoridades y, naturalmente, visitantes llegados siempre en gran número, atraídos también por la cortés amabilidad del predispuesto anfitrión entrerriano.
En su plaza principal, 1º de Mayo, se levanta la Catedral, de señalada belleza arquitectónica y en cuyas naves se conservan, entre otras reliquias, la imagen de Nuestra Senora del Rosario, que había pertenecido a la localidad santafesina de San José del Rincón. En el atrio del templo está emplazada una imagen de San Pedro, auténtica réplica de la que se guarda en Roma en la basílica vaticana. Tres museos, uno histórico, otro de bellas artes y el tercero de Ciencias Naturales, conservan precioso material de consulta y valiosa documentación histórica. La Casa de Gobierno, de sencilla estructura, ubicada en el centro cívico ciudadano, ocupa una manzana, donde el pueblo manifiesta respetuosa reverencia hacia ese hito histórico nacional. La iglesia San Miguel, de bonitas líneas, luce dos campanarios que le dan apostura. En su interior guarda una escultura de San Miguel, labrada en mármol; otra, en madera, originaria del Perú, que evidencia la mano hábil del tallista. El túnel subfluvial Hernandarias, magnífica obra de ingeniería realizada debajo del lecho del río Paraná, constituye un vital ejemplo del espíritu de iniciativa y la capacidad de ejecución de quienes acometieron la monumental obra. Este medio vial moviliza la circulación masiva por y con todo el país.